martes, 8 de enero de 2013

Maternar la vida




Voy a ser madre toda la vida, por eso Nehuén desde pequeño quiero enseñarte las verdaderas cosas importantes como contemplar la caída del sol y los maravillosos tonos que pinta en el cielo, desarmarnos de cosquillas sobre el pasto, oír el susurro del mar, abrazarnos muy muy fuerte, observar las estrellas infinitas, reírnos hasta que nos duela la panza y querer a todo lo que vive (y a lo que no, también). Quiero permitirte llorar y permitirme llorar con vos ya sea de emoción, de tristeza, de alegría o por simple frustración porque no te permito hacer cosas que serian peligrosas para vos; ahora no podes entenderlo pero los límites son amor. Quiero darte espacio para que seas libre, libre de verdad, en tus movimientos, en tus tiempos y etapas, en tus elecciones, en todas tus decisiones, para fomentar tu seguridad y tus certezas, libre. Así como respete, con ansiedad y mucho esfuerzo cada etapa hasta tu primer año quiero respetar cada año de tu vida. Disfrutar con vos cada nuevo descubrimiento, quiero ser tu compañera en la búsqueda y asombrarnos juntos por los misterios de este mundo que los grandes a veces olvidamos y vos tan bien sabes rencontrar. Vos sos un gran Maestro y tenes mucho para enseñarnos desde tu ternura e inocencia. Quiero que corramos en contra del viento, que seamos cómplices siempre, que no se pierda la magia y la conexión de hablar sin lenguaje, ese tesoro eterno. 
Sé que no necesitas tantos juguetes, que lo mejor que puedo regalarte es la calidad del tiempo compartido, sostener y acompañar tu crecimiento, criarte con respeto con amor y con libertad, abandonando mi ego como nunca lo hice ni hare en toda mi vida. Mientras me distraigo, vos creces, mientras me quejo o me pre-ocupo, vos creces ¡Creces día a día a una velocidad impresionante! No quiero ser espectadora desde la butaca, sino estar junto a vos en escena, como lo estuve desde el primero momento que supe que me habitaba tu corazón.

Ya entendí que lo material se rompe y se vuelve a comprar o no (lo que es aun mejor) las paredes se limpian, los libros se arreglan, pero los gritos rompen no solo los oídos, sino el corazón. Ahora entiendo la importancia de no perder la paciencia, ni la cabeza ¡Y que desafío enorme es no perderla los primeros años! tras meses de no dormir, puerpera y todoelcomboextra. Todo, todo es remplazable, menos vos; por eso cultivo mi paciencia y mi entrega cada día. Yo seré madre toda la vida pero vos serás bebé solo una vez, por eso elijo cada mañana despertar con tu sonrisa incondicional a mi lado, aunque haya dormido poco y torcida, aunque se me cierren los ojos y tu dulce voz me diga “teta” para despertarme a la vida cada instante y tomar conciencia de que seré madre, toda la vida. 

N.P.S
08-01-2013 

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